lunes, 3 de agosto de 2009

Así empecé a coleccionar muñecas...



He comentado en innumerables ocasiones que comencé a coleccionar Nancys y muñecas de los 70 por culpa de mi marido..... que al año de estar casada fue la única salida que encontré para no empaquetarle las cosas y devolvérselo a su madre.... ¿A qué suena a disculpa?

Los primeros meses de casada pienso que son difíciles para casi todo el mundo y más cuando cambias una pequeña ciudad por una reducida villa. Así que dejé la vida y amigos que tenía desde hace años y me trasladé aun más al norte para vivir con mi marido. No puedo decir que fuera engañada ya que viví aquí algo más de año y medio antes de casarme. Y aunque sabía que mi marido coleccionaba conchas de mar, mariposas, insectos y fósiles yo creía que ante su “adorable” esposa poco a poco iría apartándose un poco de su afición. ¡¡¡¡Ja, ja, ja, ingenua de mí!!!!!! En realidad ocurrió todo lo contrario.... pensó que yo la compartiría con él.... ¡¡¡Y comenzó el jolgorio...!!!

Para empezar me molestaba la gran cantidad de horas diarias que dedicaba a “sus cosas” y a Internet, gracias al cual conoció más amantes de “sus bichos”. Y nos trajimos el ordenador de casa de sus padres a nuestro apartamento con la intención de pasar más tiempo juntos.... Y si, por supuesto que estábamos más tiempo juntos, él con el ordenador y yo con la televisión.... Al tiempo mis quejas eran cada vez más frecuentes y coléricas: “no me dedicas tiempo, lo único que te preocupa es si te han enviado algún email”, “gastas demasiado dinero enviando paquetes de intercambio con tus amigos”, “¿quieres comprar mariposas cuando necesitamos una batidora....?”, “¿dónde quieres meter todas estas cajas con conchas?”, y por supuesto nunca faltaba un alarido furibundo tal que “ahhhh!!! hay un asqueroso bicho en el cesto de las patatas y ... ¡¡¡está vivo!!!!!. Y ya os podéis imaginar todo lo que pasaba por mi mente... Mi ira crecía progresivamente mientras mi marido aumentaba su colección.... Yo me definía como una damnificada de su manía coleccionista, una víctima..... Estaba casada con un estrafalario personaje que admiraba los cerambícidos con el mismo deleite que un niño su piruleta, con la diferencia de que el dulce tiene una vida muy breve en la boca del chaval y lo de mi “angelito” hacia que fuera breve la perspectiva de mi vida conyugal.....

Por entonces las riñas y broncas eran más que habituales, él, porque no quería dejar de lado su afición y yo, porque me sentía desplazada por ella. Y mi marido tomó una drástica decisión: animarme a que yo coleccionara algo para que lo entendiera a él..... que comprendiera qué es lo que se siente cuando uno tiene algo más que interés, tiene devoción por un artículo/s determinado/s, como en realidad se abre la mente y se vuelve uno más feliz y apasionado con la misma vida y como se disfruta cada vez que se tropieza con una pieza largamente buscada, en resumen, que comprendiera que no estaba jamado..... ¡¡¡¡Y no se imaginaba la que se iba a armar !!!!!!!!!. Durante meses estuvo dándome ideas varias: sellos, monedas, postales, vitolas, servilletas, cerillas, llaveros, videos, dvds..... pero no encontraba nada que me llenara del todo.... y además estaba convencida de que era una perdida de tiempo y de dinero....

Y por nuestro primer aniversario de boda nos fuimos unos días a Santiago de Compostela y allí en el escaparate de una juguetería vi una Nancy de colección. Entré como una flecha en el establecimiento e hice que me enseñaran todas las que tenían a la venta. Yo de pequeña había tenido una y con ella pasé los mejores momentos de mi infancia, mis recuerdos felices están unidos a esa muñeca y me puse tan contenta que mi marido me compró una. Esa noche me pasé horas y horas mirando para la muñeca y poco me faltó para dormir con ella. ¡¡¡Estaba tan emocionada...!!! Y al día siguiente mi marido me compró otra. ¡¡¡Mi sonrisa debía adornar mi cara de oreja a oreja!!! Volvimos a casa y en Internet empezamos a buscar todo lo que apareciera sobre la Nancy... ¡¡Y empezó el calvario particular de mi marido!!!

Poco a poco fui conociendo por Internet a otras apasionadas de las muñecas y empecé a mantener correspondencia electrónica con algunas de una manera más o menos constante y regular. En cuanto mi marido tenía unos días nos dedicábamos a recorrer pueblos varios para buscar Nancys olvidadas en algún comercio y en el mueble del comedor los juegos de café y la pequeña cristalería se vieron sustituidos por las muñecas.... Y en tres meses mi marido estaba hecho una furia...... El ordenador lo veía sentado desde el sofá y como mucho le quedaba disfrutar del televisor, el poco margen de dinero que teníamos iba para las Nancys y ya casi nunca podía enviar ni un paquete a algún amigo, todo el tiempo libre era para ir de “expedición” pero no para buscar insectos sino para buscar Nancys............. Y por fin, yo entendí el espíritu del coleccionista y mi marido se convirtió de verdugo en víctima de un coleccionista novato y muy ansioso.....(je je je).

En un principio me dedicaba a apañar todo lo que se ponía a mi alcance con el consiguiente dolor de corazón cuando comprobaba que al dejarme llevar por el impulso inicial había adquirido material en mal estado o a precios demasiado elevados... Poco a poco fui aprendiendo a dejar pasar unos dos segundos antes de lanzarme a la desesperada... Y ahora consigo clasificar y adquirir sólo lo que me interesa inicialmente y soy capaz de dejar lo que no termina de convencerme....... para luego volver loco a mi marido y en un par de semanas volver a buscar lo desechado inicialmente... Esto me trae innumerables problemas con mi marido ya que debemos repartir nuestros escasos medios económicos entre sus colecciones y la mía. Y debo de reconocer que yo soy malísima en este aspecto. Soy capaz de regañarle por sus nuevas adquisiciones pero él no dice ni mu ante las mías... Tengo mucho que aprender de él!!!!!!!

Llevo pocos años en compañía de mis “niñas” (así llamo cariñosamente a las muñecas) y casi no tengo anécdotas que contar pero si una historia que me ha llegado al alma. Un día me llamó una señora para comentarme que tenía un par de muñecas que podían interesarme. En esos momentos me venía muy mal desplazarme para ir a verlas así que le pedí que me las enviara por correo. Así lo hizo y mi sorpresa fue encontrarme con una Nancy japonesa y otra negrita de los 70. Días después fui a conocer a esta señora y descubrí que tenía otra de pelo castaño rojizo vestida de gallega. Estas muñecas se encontraban en inmejorable estado a pesar de estar llenas de polvo y tienen una triste historia detrás. Pertenecieron a una niña que apenas pudo jugar con ellas porque por desgracia se murió. Poco después también su madre. Su padre las guardó durante todos estos años (algo más de 30) y ahora decidió deshacerse de ellas porque se ha casado hace poco y van a tirar la casa en la que vivió hasta ahora así que al mudarse tuvo que desprenderse de algunas cosas entre ellas estas muñecas. Y yo las he adoptado con mucho cariño y la cuido en extremo. Se que no son seres vivos pero siguen dándome pena por la cantidad de años que no tuvieron una mamita que las cuidase... Serán tonterías pero así lo siento.

En otra ocasión no encontré ninguna Nancy pero el dueño de la juguetería me dijo que tenía un par de muñecas de los 70 guardadas por algún lado. Estuvo un rato buscándolas y apareció con un montón de cartones aplastados (eran los restos de las cajas de la muñecas) y en medio dos muñecas de color tierra. No me llamaron mucho la atención pero me las llevé pensando en hacer un intercambio con ellas. En casa las lavé, sequé y adecenté y cuando las vi... ya no pude deshacerme de ellas. Son mis dos primeras Sorayas y si en un principio prometí que Nancys y solo Nancys, hoy por hoy ya le doy a la Fanny, Core, Lisa Jean, Sissi, Susi, Sindy, Lissi, Corinne, Nenuco, Barriguitas, Barbie silkstone… ¡¡¡Y eso que he intentando centrarme…!!!

Para terminar comentaré que las muñecas trajeron consigo una enorme cantidad de satisfacciones. He conocido gente muy interesante que hoy en día considero amig@s e involuntariamente se pusieron a prueba l@s que ya tenía..... Y es que si durante años calificaron a mi marido de chiflado ahora yo puse a prueba su paciencia y decidiendo que yo también estaba como una regadera tuvieron a bien reírse y tratar de ridiculizarme. Lamento comunicarles que gracias a Dios somos muchos más los que tenemos estas ilusiones y los que las sabemos respetar que los intransigentes que no quieren verlas.... También he tenido el dudoso honor de topar con quien trata de aprovecharse de la ilusión de un amante coleccionista y lamento la existencia de todo este tipo de gentuza pero no es a ella a quien quiero dedicar estas líneas sino al resto de personas maravillosas que comparten, comprenden o toleran la particular pasión de todos los coleccionistas. Y también quisiera darle las gracias a mi marido y hacerle una advertencia: “ Cariño, acabo de empezar.....”

Este texto lo escribí hace un tiempo para la página de Telepolis

http://www.telepolis.com/comunidades/coleccionismo/


10 comentarios:

  1. ¡Hola! Acabo de leer tu comentario y me he sentido muy identificada con la historia: mi marido también es (antes de conocernos y en nuestro matrimonio), un coleccionista algo peculiar, yo incluso le he regalado muchas veces alguna pieza que sé que le hace ilusión o que le falta... Pero hace cuestión de un año, en una limpieza general del piso, saqué a la luz de nuevo mi vieja Nancy que estaba en una maleta del altillo; me la regalaron cuando tenía 12 años y conservaba toda su ropita... En cuestión de ese año, ya he conseguido 5 más, amén de 3 Cores, Sindy, 2 Nancys modernas, ... y como tú, intento centrarme... Pero cuando veo la carita de alguna pobre desvalida, es inútil cualquier propósito: caigo en la tentación. Por ahora mi última adquisición será (cuando Correos quiera traérmela), una Fanny, (que por cuestiones de precio, he adquirido cojita de una pierna), de la que apenas encuentro noticias ni coleccionistas, y por eso he llegado hasta aquí... Pienso intentar arreglarla, y dejarla tan bonita como otras que veo, pero mientras, reconforta saber que no somos una minoría... Besotes

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  2. Hola. Por supuesto que no somos una minoría y gracias a internet podemos encontrarnos. Un saludo y para lo que pueda ayudarte por aquí andaré, no tan frecuentemente como quisiera pero tarde o temprano entraré. Saludos. MC

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  3. Hola Carmen!

    No sabía que tenías blog, me ha encantado reencontrarte, porque desde que desaparecieron los grupos msn no sabía nada de ti :)
    Ya le he echado un ojo por encima a tu blog y creo que voy a aprender mucho de ti, que montón de muñes tienes :)

    Un beso gordo
    Sara

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  4. Hola, la verdad es que desde que desaparecieron los grupos msn estoy bastante desconectada, no me he enterado apenas de donde está ahora la gente. Sigo intentando dar a conocer algunas de mis muñecas favoritas y por ello he creado este blog. En cuanto a las fotos, son esencialmente, las mismas que había colgado en los grupos msn y, como ya he dicho en innumerables ocasiones, no todas las muñecas que salen en las fotos son mías (y ya me gustaría).
    Besos y cuando quieras algo, por aquí estaré.

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  5. Acabo de descubrir tu blog por casualidad,y me ha encantado el comienzo.Me encantan las muñecas y al igual que tú me busqué un hobby durante un tiempo, hasta descubrir por casualidad ebay y las muñecas de mi niñez.¡Lástima que en casa nadie lo entienda, pero me da igual: me apasiona! Soy nacida en el 65 así que todas o casi todas las muñecas que enseñas me recuerdan mi infancia.
    Un abrazo,
    Amparo

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  6. ¡Dios mio! He visto este comentario un año y dos meses mas tarde (menos un día, que conste).
    Mil disculpas por la tardanza y gracias por tu comentario. Saludos. MC

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  7. Una historia preciosa, mi marido se mete con mis muñecas, cuando el colecciona cromos, discos, revistas...yo le digo siempre que cuando el quite lo suyo, yo me desprendo de las nenas.)
    un abrazo desde Canarias:))

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  8. Hace mas de un año que entré aquí por primera vez, volví a leer el texto y de nuevo me emocionó, yo al principio quería tener 5 nancys y nada mas, y ahora, ,,Sindys, barbie, Pippa, y lo malo es que le estoy echando el ojo a muñecas de alta gama, Ellowyne y demás, pero me gusta coleccionar, y ahora que los hijos ya son mayores le dan un nuevo sentido a la vida:)))

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  9. Una muy interesante historia. Me ha encantado leerla.
    Es muy real que quien no conoce un tema no lo puede entender. Hasta que nose conoce un coleccionismo y la felicidada que trae no se sabe lo que es realmente.
    Besos querida amiga.

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  10. Pues ya has visto la que ha armado el pobre hombre...

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